lunes, 20 de abril de 2020

¡Tranquila! Yo salgo a comprar


Es una percepción puntual o ¿él está yendo a la compra con más entusiasmo que antes del confinamiento? Vamos, que si por él fuera, iría todos los días “¿Qué vas a hacer de comer hoy? ¿No te falta nada, cariño? Yo me acerco en un momento”. Claro, el ingrediente te hace falta a ti, mujer, que vas a hacer la comida, además de controlar que no falte papel higiénico, leche, harina, apiretal, paracetamoles… Luego recibir esa compra, que él trae al hogar entre resoplidos como un Cid campeador. Así que ahora sí, te vuelve a tocar a ti, mujer, desinfectar cuidadosamente cada producto adquirido para que nadie de la familia enferme, y colocarlo en su lugar mientras él repone fuerzas tras haber salido a buscar el alimento. Pero también eres tú, mujer, en exclusividad, quien ve que el baño está sucio, (claro, tienes una mirada con súper poderes), hay que cambiar las toallas o las sábanas, el niño sigue vistiéndose con ropa de invierno, ya hace calor, habrá que sacarle las bermudas, el cesto de la ropa sucia ya tiene copete, y el suelo de la cocina está pringosa, ha debido caer algo y nadie evita sus consecuencias. Justo en ese momento saltan mensajes de gmail, sí, son las instrucciones de la profesora con los deberes, (obviamente llegan a tu móvil, a tu correo electrónico, es que además también es tu número el que está en el grupo de padres de 1ª, y curiosamente, de 27 integrantes solo hay 4 padres). En fin, no pienses demasiado, porque ahora debes convencer a tu hijo (o a tu hija, o a uno y otra), con mucho cariño, de que debe cambiar el uso de la tablet y que apague la serie que está viendo, que ya tiene nuevas tareas. ¡Vaya¡ en ese instante recuerdas que debes llamar al médico para que actualicen las medicinas de tu madre que ya se le acaban, pero, antes, es imprescindible encontrar esa camisetarojadelpájaro. Entonces te entra cargo de conciencia, porque hoy no has hablado con tus suegros, a ver si les falta algo, cómo se encuentran de ánimo. Se te seca la boca, te entra como una opresión en el pecho, te falta el aire pero debes responder varios whatsapps del móvil del trabajo. La máquina tiene que seguir cumpliendo aunque en tu cabeza no cabe ni un granito más, es incapaz de razonar, de tomar decisiones, sientes que ha desaparecido toda tu capacidad de concentración desde que trabajas desde casa y recuerdas con bochorno, que la semana pasada tuviste que participar en una reunión por videoconferencia con la pequeña en el regazo y, además, esbozar una amplia sonrisa, a pesar de las ojeras por haber trasnochado para preparar un informe en el silencio de la noche.

Ahora es cuando viene el gran suspiro, un agotamiento infinito y te quedas pensando si eso de que las cosas han cambiado tanto para las mujeres es cierto. Quizá habrá que llamar a Lobatón para que encuentre a ese hombre desaparecido cuando toca hablar de las tareas domésticas o de cuidados familiares.

No son lamentos de mujeres con sus amigas, este hecho se refleja en las estadísticas oficiales: el 90% de mujeres prioriza, o se ve obligada a priorizar la dedicación al cuidado de los y las menores, personas dependientes o mayores, a su dedicación profesional y pide excedencias laborales. También hay porcentajes del INE reveladores, como que un 77,5% de mujeres trabajadoras frente a un 32,9% (ni la mitad) de hombres trabajadores cocinan cada día o realizan tareas domésticas. Y aún hay más, el porcentaje más alto de mujeres trabajadoras que dedican tiempo al cuidado y educación de menores invierten en estas labores cuatro horas diarias mientras que los hombres le dedican dos horas diarias.

También tenemos datos concretos de este panorama en Canarias. El informe anual ‘Brechas de género 2019’ del ICI  que apunta que, en cuanto a corresponsabilidad, todavía se aprecia una brecha de género media de 1,46 puntos porcentuales y resalta que “la correlación entre excedencia laboral para el cuidado y situación de desigualdad en el mercado laboral, se convierte en un círculo vicioso difícil de romper” que a medio y largo plazo perpetúan la desigualdad de derechos y oportunidades de las mujeres.

Otra conclusión preocupante de este informe es que aunque las mujeres sean más longevas que los hombres, “acusan los efectos de la triple jornada laboral, las desigualdades de género y el peso de las responsabilidades del cuidado sobre su salud, lo que conlleva una peor salud crónica”. La denominada “triple jornada” se refiere al trabajo que desarrollan las mujeres en una jornada laboral externa, la segunda es la que dedica a las tareas domésticas y de cuidados y la tercera, el esfuerzo que hacen por mantener las redes afectivas.

En cuanto al uso de su tiempo personal, el informe corrobora la tendencia de que los hombres ocupan su tiempo personal con el deporte, el ocio y la política, y las mujeres en la reivindicación de derechos, la solidaridad o el apoyo escolar.

Si cuando hay que hacer tareas domésticas o de cuidados sigues escuchando eso de que “A ti se te da mejor” “yo te ayudo mucho” es hora de que empieces a hablar en la familia de CORRESPONSABILIDAD porque quizá te han incrustado en el cerebro que todas estas tareas son tu obligación, que nunca puedes darte por vencida y eres capaz de llegar a todo de una manera brillante y sin despeinarte. Eso también es un bulo que además te perjudica mucho, a ti y a la sociedad en su conjunto.

Necesitas descanso físico y mental, evadirte al igual que el resto de personas adultas con las que estás confinada. Es preciso y urgente que se repartan responsabilidades, no con la intención de ayudarte sino para asumirlas con responsabilidad plena pues tu descanso, tus inquietudes culturales, tus posibles obligaciones laborales son tan importantes como las posibles obligaciones escolares, universitarias o laborales del resto de integrantes de la familia.

En estos momentos, toda la humanidad lucha contra la pandemia del Covid-19 ¿por qué no aprovechamos esta unión global, este rebrote de solidaridad espontánea, de empatía por quienes padecen con mayor virulencia la desigualdad y luchamos contra la pandemia del androcentrismo? . Sin minimizar la gravedad de la emergencia sanitaria actual, es de justicia reconocer que la visión androcéntrica también puede tener resultado de muerte.

Además, la corresponsabilidad beneficia a la humanidad, como dice en un artículo Julia Pérez Correa, directora de la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) “Las ventajas son múltiples. En primer lugar, es una fuente de independencia, autonomía y respeto hacia las demás personas. Además, el cuidado proporciona afecto y satisfacción personal tanto a mujeres como a hombres, permite liberar tiempo para dedicarlo a otras actividades y mejora la calidad de vida de todos los miembros de la familia”.  Ser más felices, también en este confinamiento, es una razón suficiente y poderosa.

Para analizar si tu hogar es corresponsable, en el ICI hemos preparado una ENCUESTA que te puede hacer reflexionar a tí o a tu pareja sobre el reparto de los cuidados básicos del hogar y las personas confinadas en él.

Y si compruebas que hay algunas goteras en el reparto, como siempre te damos algunas ideas para cambiar esos malos hábitos. Este periodo tan especial puede ser el más idóneo para introducir cambios en las rutinas:
  • Si hay peques en casa, preparar en familia un cuadrante de tareas, o grupos encargados, y que haya una competición con puntos.
  • Hacer una lista de labores y que cada persona de la casa tenga alguna adecuada a su edad/tiempo responsabilidad: ¡ojo! Se trata de hacerla en familia, no de que la haga quien siempre se ocupa de todo.
  • Con peques o sin ellos, también puede ser divertido elegir “el día del mundo al revés”: yo hago, o aprendo contigo, lo que tu siempre haces. Meterse en los zapatos de otra persona ayuda mucho.
  • ¿No te animas a plantear la conversación en mitad del confinamiento? Pues la táctica de la hormiga: un día delegas una, otra compartes otra, el día siguiente otra diferente.
  • No te desanimes porque otros miembros de la familia no recojan tan bien o exactamente como tú quisieras. La práctica es la que hará que mejoren.
  • Si no sale bien a la primera: no vayas detrás haciéndolo. Alaba lo hecho e invita a mejorar. En estos asuntos, los refunfuños no suelen funcionar.
  • Por último, anima a las personas de tu familia a completar nuestra encuesta para que se den cuenta de cuántas tareas quedan en sus manos o en las de otra persona.

¿Tienes trucos de corresponsabilidad? ¡Compártelos en comentarios o en nuestras redes sociales! Nunca son demasiados.

miércoles, 15 de abril de 2020

Cuando la violencia de género se hace mayor


Quizá tu edad, o la de tu madre, o la de tu amiga, ya supera los 65 años, ahí socialmente marcamos el concepto de mujer mayor, coincidiendo con la jubilación del trabajo externo. Si nació en este país, seguro que creció y la educaron con los manuales del tipo Guía de la buena esposa, un adoctrinamiento en la escuela, en la familia, en la calle, hecho a medida de los patrones masculinos, y contra los que ellas, mujeres muy valientes, tuvieron que pelear con fuerza para poder definirse como personas o como profesionales. Para poder sobrevivir.

lunes, 13 de abril de 2020

Objetivo: no dejar rastro



Si estas conviviendo con un agresor durante este periodo de aislamiento, seguro que la tecnología con la que cuentas en casa sea la mejor aliada para buscar ayuda o consuelo, pero es conveniente que nunca te olvides de tomar ciertas precauciones para que no descubra los pasos que estás dando para encontrar protección o asesorarte. 

lunes, 6 de abril de 2020

¿Hacemos una vídeo llamada?



Uno de los problemas añadidos derivados del confinamiento en el hogar por el COVID-19 es el mayor aislamiento de las mujeres que viven con un maltratador. Cuando la pareja reside sola y sospechamos que algo no va bien, o ya sabemos de antemano que se trata de un hombre agresivo o que no trata bien a su pareja, desde el entorno familiar y social debemos extremar todas las medidas posibles para conseguir comunicar con ella.  

Cualquier excusa es válida, no hace falta poner en el centro de la llamada su situación de vulnerabilidad, lo importante es comunicar con ella. Algunas ideas:

viernes, 3 de abril de 2020

Herramientas accesibles para que todas puedan pedir ayuda



Si tienes alguna discapacidad, debes tener en cuenta que también existen recursos específicos de
atención para atenderte a ti, o a una mujer de tu entorno, si necesitas ayuda, asesoramiento o dar una
alerta con carácter inmediato. Se trata de servicios telefónicos adaptados a tu discapacidad, web y
aplicaciones que pueden ser de tu interés.


lunes, 30 de marzo de 2020

Siempre ropa con bolsillos





Puede que esta cuarentena haya supuesto un cambio radical en tu vida y ahora convivas 24 horas con tu maltratador. Puede que nunca te haya golpeado, o no lo definas como maltratador ni a ti como víctima de violencia de género, pero si sientes que la perspectiva de permanecer en todo momento con tu pareja te llena de inquietud (aunque no estés segura de por qué) o te pone en peligro, aquí tienes algunas medidas de autoprotección.

viernes, 27 de marzo de 2020

No estás sola




La aparición del Covid-19 en nuestras vidas ha generado a toda la población nuevos hábitos de vida. El confinamiento obligado y necesario ha reconvertido las viviendas en espacios de trabajo, formación y ocio en convivencia constante con los habituales cuidados a las personas mayores, con necesidades especiales, niñas y niños... y sí, también con maltratadores, hombres violentos que, aún sin reconocerlo, con o sin orden de alejamiento, se sienten más seguros y fuertes para aislar todavía más si cabe a quienes conviven con él.
Nuestro objetivo desde el ICI es ahora más que nunca proteger a esas mujeres, y siempre en colaboración con toda la ciudadanía que en estos tiempos está dando lo mejor de sí misma. Por este motivo hemos reactivado este blog como canal de comunicación e información continua.