lunes, 1 de abril de 2013

María José Guerra Palmero: Mujeres que cuentan

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El anhelo de justicia es tal en el feminismo que se define como crítico con un sistema económico capitalista que explota a mujeres y a trabajadores y que se define como antirracista y antiheterosexista. Un feminismo que intenta, a través del diálogo intercultural, no ser eurocéntrico, sino que quiere desmarcarse de los juegos nefastos de las dominaciones geopolíticas y hacerlo en todas las escalas y niveles.


1.-No todas las mujeres por el hecho de serlo se involucran en la lucha directa por la igualdad ¿Qué le llevó a usted al activismo?
Así es. La opresión sexista es muy profunda y aunque el feminismo lleva siglos, desde la Ilustración y el Sufragismo, batallando a favor de la igualdad entre los sexos, muchas mujeres se ajustan a las expectativas sociales asimétricas que recaen sobre ellas, las han interiorizado, incorporado, y éste es uno de los problemas más importantes: ¿cómo lograr que las víctimas de un sistema de opresión no le presten apoyo, no se adhieran a él? Las feministas de la Segunda Ola, de los sesenta y setenta, lo tenían claro. Ser feminista no era sólo rebelarse contra la sociedad y resistirse a los mandatos del patriarcado sino, también, el estar en continua guerra con una misma. Como decía Simone Beauvoir “la mujer no nace, se hace” y la hace, tanto como al hombre, un sistema de género opresivo, el patriarcado. De todo esto, las feministas de los años sesenta y setenta del siglo pasado dedujeron una decisiva consigna: “Lo personal es político”.

¿Cómo llegué al feminismo? Señalo dos factores muy personales: - la indignación que me producía no ser tratada con igualdad en el seno de la familia, y – el haberme encontrado como profesoras mías a la generación de mujeres feministas que estaban luchando por la Igualdad en la Transición. Menciono, especialmente, a Ana Hardisson, que en el año 1979, mi último año de Bachillerato, me abrió los ojos, y a Ángela Sierra que conocí casi al mismo tiempo. A finales de los setenta y principios de los ochenta del siglo pasado, en España, la efervescencia activista del feminismo fue poderosa en el contexto de la lucha por la democracia. Un aspecto fundamental era batallar contra el nacional-catolicismo y el funesto legado de la Sección Femenina. Hay toda una generación de luchadoras por la Igualdad a la que debemos reconocimiento. Rompieron moldes y abrieron las puertas a la esperanza de igualdad y libertad para las mujeres.

2.-El diccionario de la Real Academia de la Lengua recoge dos acepciones para definir el feminismo: 1. Doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres, y  2. Movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres.  ¿Cuáles cree que son los motivos por lo que todavía hoy se piensa que el feminismo va en contra de los hombres?
Voy a ser tajante. Hay dos motivos: ignorancia supina y mala fe. La combinación de ambas cosas es letal para el pensamiento libre y para el logro de la justicia. El antifeminismo ha sido una constante histórica, la misoginia también, y ahora ambos están alimentados tanto por el tradicionalismo religioso de siempre como por sectores que no quieren avanzar en igualdad, que se resisten a perder sus privilegios y a cuestionar su visión del mundo. Hace falta una nueva oleada de cambio social para revisar los modelos de masculinidad hegemónica, ligados a la insensibilidad, a la justificación velada y no tan velada de la violencia, a la falta de implicación en el cuidado de los hijos, a un narcisismo nutrido por una funesta cultura del riesgo –velocidad, drogas, alcohol, deportes de riesgo,…- que cultivan los estereotipos culturales de los “superhéroes” y que alimentan los videojuegos. La masculinidad “guerrera” no es funcional a nuestras sociedades, lo explica muy bien Marina Subirats, sin embargo, se sigue educando a los chicos para la competencia y para el “triunfo”, para que teman ser unos “fracasados”. Se les alimenta una frustración brutal y más en tiempos de crisis en el que todas las expectativas quedan rotas. El fútbol, algo tan supuestamente banal, un mero juego, eso sí, millonario y que empieza a modular hasta los tiempos de la política, regula la vida social de los varones, y es ahora el opio del pueblo.
Mucho queda por hacer en los que se llama Estudios de la  Masculinidad, y mucho más al tener que trasladar todo ese caudal crítico y reflexivo a una sociedad sexista. Me preocupa este tema. Empiezan a despuntar grupos de hombres contra la violencia y por la igualdad, pero aún es un fenómeno muy minoritario. Los moldes asimétricos, androcéntricos y sexistas, forjan todo la política, la economía, el conocimiento.
  
3.-El feminismo es un movimiento que lucha desde hace décadas por lograr la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, años en los que se han producido muchos cambios en la sociedad ¿cómo ha cambiado este movimiento y cómo debe evolucionar?(y si consideras que debe hacerlo, ¿Hacia dónde debe dirigir sus vindicaciones?
Esta pregunta me daría para empezar y no terminar. Es tal la riqueza del movimiento, tal la pluralidad de opciones y desarrollos que veo muy difícil el poder contestar en poco espacio. Voy a intentarlo destacando que hoy, en primer lugar, el Feminismo es un movimiento transnacional que opera con redes forjadas entre organizaciones muy plurales que desde la década de los noventa tiene claro que hay prioridades en las agendas políticas nacionales y en la global: -luchar contra la violencia de género, -reivindicar la igualdad en el trabajo y en todos los ámbitos de la vida social, y, finalmente, -sumar los derechos sexuales y los reproductivos a lo que entendemos por derechos humanos.
En segundo lugar, otra característica del movimiento feminista actual es el abordar la intersección de las opresiones. Las mujeres somos de clases sociales distintas, de culturas y religiones diferentes, podemos estar “marcadas” por la raza o la etnicidad, podemos vivir en países llamados desarrollados o no, podemos abrirnos a la diversidad sexual, somos jóvenes o no tan jóvenes, podemos tener que vivir con lo que se denomina una “discapacidad”,… La lista es interminable. Lo que se llama Interseccionalidad, apreciar la conjunción de las diversas opresiones, es hoy una de las palancas que mueve a la teoría feminista y al movimiento a dar respuesta a las injusticias estructurales, como las llamaría Iris Marion Young, una teórica política feminista sobre la que estoy acabando un monográfico. El anhelo de justicia es tal en el feminismo que se define como crítico con un sistema económico capitalista que explota a mujeres y a trabajadores y que se define como antirracista y antiheterosexista. Un feminismo que intenta, a través del diálogo intercultural, no ser eurocéntrico, sino que quiere desmarcarse de los juegos nefastos de las dominaciones geopolíticas y hacerlo en todas las escalas y niveles.
Creo que son estas dos direcciones, la de tejer redes transnacionales y la que podemos llamar interseccional, muy positivas para enfrentar políticamente las desigualdades y discriminaciones y para aspirar a vivir en sociedades decentes y justas.

4.-El paro, la pobreza, los recortes en políticas sociales, la corrupción… son las principales preocupaciones de los ciudadanos de este país. En este contexto, algunos de las derechos, ideas y luchas se están perdiendo o relegando con motivo de la crisis económica. ¿Está también en crisis el feminismo o el activismo por los derechos de las mujeres? ¿Cuáles son los principales puntos débiles y fortalezas del feminismo?
No creo que el feminismo esté en crisis. Eso no resta que haya tensiones y debates y mutaciones históricas importantes. Es un movimiento vivo y plural. Lo básico es que aboga por la democracia, la transparencia y la igualdad. Lo que sí está inmerso en una crisis rotunda es el capitalismo financiero que está dejando en casi nada a los Estados del Bienestar del sur de Europa y, de paso, cuestionando el mismo valor de la democracia en la construcción europea. Claro está que la conjunción de neoliberalismo feroz y de políticas de partidos de derechas, que se aferran al tradicionalismo religioso que objeta la igualdad entre los sexos, es letal para los derechos de las mujeres, pero, también, como ya decía, para la misma democracia. Lo estamos viendo con la creciente criminalización de la protesta social. Los partidos de derechas europeos están dinamitando Europa. Y los partidos socialdemócratas han sucumbido a los cantos de sirena neoliberales.
Hoy para Merkel y la derecha europea el único reclamo ideológico es el nacionalismo, económico y cultural, y lo ventilan propagando la xenofobia y el racismo contra los inmigrantes, por ejemplo. Lo estamos viendo en Grecia, Reino Unido, Alemania. La situación es explosiva. Y si a eso le sumamos la enorme crisis de legitimación de este país, de España, con la demostración de que la corrupción ha sido cuasi sistémica y endémica, no podemos ser optimistas. Todo parece estar en liquidación: monarquía, bipartidismo, sistema bancario,… Enfrentamos una situación tremenda y frente a ella el feminismo la afronta con sus señas de identidad históricas, la lucha por la democratización y por la igualdad. Estas son sus fortalezas. Como debilidad señalaría lo difícil que es batallar contra la violencia simbólica, tan sutil e imperceptible, de los medios de comunicación que adoctrinan a niñas y adolescentes en la tiranía de la belleza, que les amargan la vida con estereotipos ya cancelados por las realidades. Esta lucha cultural feminista debe reforzarse. Políticamente, lo que queda claro es que estamos dando un día sí y otro también, la batalla por la igualdad en todas partes.

5.-¿En qué situación se encuentra la lucha por los derechos de las mujeres? ¿Se puede posponer a tiempos mejores, desde el punto de vista económico?
Tres son los factores que frenan y obstaculizan el avance de los derechos de las mujeres si hablamos globalmente: –El neoliberalismo feroz y su precarización de la vida de todos que redunda, especialmente, en feminización de la pobreza y la supervivencia. Incluyo aquí, entre los negocios globales, la explotación laboral y sexual de muchas mujeres inmigrantes tanto en  el sector doméstico u de cuidados como en el de la prostitución. Los datos de la trata de mujeres, en todo el planeta, son escalofriantes. –El avance de los fundamentalismos religiosos, desde los evangélicos made in USA, que ahora se expanden en Latinoamérica, hasta los más publicitados, los integristas islámicos. El Vaticano suele pactar con otros líderes religiosos una agenda antimujeres. No reconoce a sus creyentes lo que algunos llaman “ciudadanía eclesial”. Frente a ellos surgen feminismos católicos, islámicos, de cualquier religión que desafían las bases patriarcales de los credos. – Y, finalmente, la militarización,  la expansión de los conflictos armados y de la violencia. México es un país que está sufriendo estos procesos, pero hay tantos, por ejemplo, en África –Congo, Malí, República Centroafricana,... De Siria a Afganistán, en Asia. Tantos y tantos. La guerra es letal para todos, pero especialmente para las mujeres. El compromiso antibelicista del feminismo es obvio.

6.-Durante décadas se ha luchado por lograr la participación de las mujeres en la sociedad en igualdad de condiciones. La aprobación de distintas normativas estatales y autonómicas, así como pronunciamientos internacionales han permitido avanzar en esta materia. ¿Cómo afectan a la igualdad las modificaciones legales propuestas por el Gobierno español,  como la reforma de la ley electoral, la ley de tasas judiciales o la pretendida reforma de la ley del aborto?
Hasta ahora los avances legislativos, aún con sus defectos, han sido positivos. España aún lidera políticamente los avances en Igualdad en el mundo, ha logrado, en la última década, ser un faro para otros países. Siempre me lo comentan en Latinoamérica. Hay mujeres como Soledad Murillo o Amelia Valcárcel, feministas de larga trayectoria, que, con muchas otras, han sido impulsoras de estas políticas, sobre todo en la última legislatura del PSOE. No quiero dejar de citar, también, a López Aguilar con la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo. Ahora la cuestión es cuánto de todo esto que se ha construido con tanto esfuerzo demolerá el PP. Por ahora, va amenazando, pero aún no acomete los cambios legislativos que serían un retroceso para los derechos de las mujeres. Tiene otros frentes abiertos, tiene que lidiar con la Troika y con Bárcenas y con todos sus tesoreros. Eso sí, la política de recortes es ideológica, por ejemplo, no se recorta en apoyo a los colegios segregados por sexo, desafiando al Supremo, y sí a los recursos para asistir y proteger a las mujeres amenazadas por violencia de género. El tema del aborto me inquieta especialmente. Tras treinta años de batallas, significa volver al punto de partida, al franquismo más cruel con las mujeres. Me parece un dislate.

7.-¿Qué hace que sea más difícil avanzar en la igualdad;  la pervivencia del machismo (no sólo en hombres, sino también en las propias mujeres), la incomprensión, la intransigencia o la inmovilidad o resignación de la sociedad, incluidas muchas mujeres?
No sé qué decirte. Un poco de todo. La historia del feminismo nos habla de flujos y de reflujos, de avances y retrocesos. Lo importante es ser conscientes de lo que se cuece y reaccionar. Fomentar el asociacionismo y la politización feminista de la sociedad son estrategias que siempre han funcionado. Trabajar en red, ahora con esa herramienta que son las redes sociales y que captan la atención de las y los jóvenes sigue siendo esencial. Enfrentar los desafíos en todas las instituciones. No hay recetas mágicas. Pero de resignarse nada de nada.
  
8.- La desigualdad es el caldo de cultivo de la violencia de género. ¿Qué cree que está fallando para que la violencia machista siga persistiendo en pleno siglo XXI? ¿Cuál es, desde su punto de vista, la actuación más inmediata, para erradicar esta lacra social? ¿Cual cree que está siendo la respuesta de la población masculina en relación a la violencia de género?
No podemos generalizar, pero hay que revisar la educación sentimental de todos, de mujeres y hombres. Hay que cuestionar la posesividad sexual y la idea de que la pareja es para toda la vida. Una separación no es un “fracaso”, es plantear que se acabo una fase, es abrirse a nuevas posibilidades. Hay que pensar todo esto de jóvenes y plantearse las cosas con seriedad sobre todo cuando se quieren tener hijos e hijas e incluso, cuando se compran viviendas. El ideario del amor romántico –“si tú me dices ven, lo dejo todo” como dice el bolero- es dañino y tóxico tanto para mujeres como para hombres. Hay que empezar a hablar de respeto y de libertad. Mucho por hacer en este ámbito por repensar e incluso con el reto de empezar a sentir de otra manera. Por eso hablamos de educación sentimental.

9.- Según el Observatorio contra la violencia de género del Consejo General del Poder Judicial, el número de menores acusados por delitos y faltas relacionadas con la violencia contra la mujer se ha incrementado un 23 por ciento en los últimos años. ¿Cómo se puede explicar que los y las jóvenes reproduzcan estos comportamientos en pleno siglo XXI? ¿Están hoy en día los y las jóvenes involucrados en la lucha por la igualdad?
Como decía antes, no me extraña. Hacen falta talleres y foros de debate sobre medios de comunicación, videojuegos y masculinidades. Los mensajes que se les da a los chicos jóvenes invitan a la posesividad, al riesgo y la violencia. En los registros populares, se aspira a ser “el ….. amo” -rellenen ustedes los puntos suspensivos-. La “piba”, es para ellos otro accesorio, como el coche tuneado. Pero en otros registros, diríamos “pijos”, la cosa no cambia mucho, la chica es un ornamento cargada de marcas caras y ellos aspiran a ser ejecutivos agresivos, de estos que han precipitado la crisis financiera. Quien vea con ojos críticos la televisión, tiene las respuestas. La lucha cultural contra los estereotipos debe ser una prioridad.   

10.- Cómo mujer, profesional, trabajadora y activista, ¿Cómo califica las manifestaciones misóginas y machistas de algunos representantes públicos, jueces, personas con influencia mediática?
 Mejor que no me invites a “calificar”. Mejor me refreno. No quiero caer en lo que hace este sector del machismo institucionalizado. Vuelvo a lo que decía antes, opera aquí la combinación fatal de ignorancia supina y mala fe. Lo único bueno es que comprobamos cómo somos capaces de afearles los dichos y las conductas desde el nuevo sentido común feminista.
  
11.- Con motivo de la crisis económica se han producido algunos movimientos que abogan por manifestar abiertamente en la calle el hartazgo de los ciudadanos con determinadas políticas económicas. ¿Por qué no se da este tipo de movimiento en la lucha por la igualdad?
Estamos en la calle, Mareas Violetas que confluyen con otras Mareas en defensa de la Sanidad y la Educación Pública, por ejemplo. El feminismo defiende el Estado del Bienestar. Ha habido, asimismo, mucha discusión y mucho activismo feminista en el 15-M, por ejemplo. Recordemos aquella pancarta que decía así: “La revolución será feminista o no será.” Hay otros movimientos emergiendo respecto a la igualdad entre hombres y mujeres y en torno a la diversidad sexual. Aparecen, además, líderes populares como Ada Colau que están poniendo en un brete las mentiras y manipulaciones de los políticos cómplices con un régimen hipotecario criminal.
Si las instituciones están hoy deslegitimadas, si los partidos, unos más que otros, están siendo devastados por casos brutales de corrupción, si la Monarquía está en la cuerda floja por lo mismo, si el Parlamento está acallado porque el Presidente del Gobierno casi ni va por allí, si en las ruedas de prensa de los políticos no se contesta a los periodistas, si las directrices europeas sobre política económica dan golpes de estado financieros, como ahora en Chipre, y anulan la democracia,…. ¿Qué nos queda?
La calle y las redes sociales son hoy las vías de la indignación más que justificada e invitan a traducir el descontento en movimiento social. Desde el feminismo hemos trabajado siempre en las instituciones, pero en la actualidad hay que ir más allá y plantear el cambio de modelo económico y cultural hacia la Igualdad.

12.- ¿Cómo analiza el tema de la prostitución? Algunas personas afirman que no debe abolirse si se elige libremente y otras que es una forma más de desigualdad, de maltrato hacia la mujer.
 Es un doloroso debate que crispa y divide al feminismo. Hay que reformular la controversia. Los términos del debate están desfasados. La razón es, entre otras, que la prostitución es de los negocios más lucrativos, y las redes mafiosas y los proxenetas están ahí. Estuve en México el mes pasado y allí la cosa es más visible que aquí. La droga se vende una vez, una chica muchas. Eso es lo que dicen y piensan los tratantes de mujeres para la explotación sexual. Estamos en una economía global del sexo en el que la mayoría de las prostitutas son extranjeras, inmigrantes, y muchas indocumentadas. Se ha organizado un mercado racializado del sexo: orientales, eslavas, brasileñas,… Las vulnerabilidades se suman. Hablamos, como decía, un estudio de “Poblaciones-Mercancías”.
He estudiado el caso filipino y es aterrador. Uno de los países más pobres del mundo en el que se ha potenciado la prostitución aún por parte del Estado, primero para las bases militares estadounidenses en las guerras de Corea y Vietnam y luego para el turismo sexual. Cuando esto se acabó, miles de filipinas emigraron, empujadas por su mismo país, a enrolarse o bien como domésticas y cuidadoras o bien como prostitutas. Enviarían así remesas al país. Por otra parte, si la opción es entre “chacha” y prostituta ¿es una opción libre? No puede haber libertad de elección si no hay igualdad de oportunidades. Creo que el movimiento feminista tiene que hacer un esfuerzo inmenso por replantear este tema. Un asunto crucial. Hablamos de una las instituciones claves del patriarcado, que ha ido mutando, pero que sigue siendo masivamente un nicho para mujeres sin posibilidades. El estigma sigue ahí y es la “justificación” de mucha violencia contra las mujeres. Las “marchas de las putas” se han realizado en muchos países con el fin de luchar contra el estigma y contra la violencia de género son un esfuerzo del movimiento transnacional para enfrentar el asunto, pero no sé si será efectivo. Tengo muchas dudas y no es fácil. Con la crisis, vemos aún más la crudeza del fenómeno y su relación con el desempleo y la falta de oportunidades. Hay muchos intereses en juego y muchos esfuerzos mediáticos por darle “glamour”. No me resulta verosímil Pretty Woman.  El asunto es tremendo porque el “mercado” quiere cada vez chicas más jóvenes. Aquí topamos de nuevo con las masculinidades, con la costumbre de comprar sexo. Una de las claves es poner bajo los focos al cliente. Mucho, muchísimo por analizar y por hacer políticamente en este terreno. Mi enfoque explora las nuevas esclavitudes femeninas que mutan con la globalización. Pero hay otros.

13.- La educación en valores de igualdad se postula como una de las herramientas para generar conciencia y lograr la igualdad real y efectiva. Los cambios de Gobierno han conllevado en los últimos años cambios en las leyes de Educación. ¿Cómo cree que afectan estos cambios a la igualdad?
Eliminar la Educación para la Ciudadanía y volver a hacer cuasi obligatoria la Religión, básicamente católica, es el cambio que se propone. Pura regresión. Está empezando un caza de brujas contra el profesorado crítico. Hoy las noticias hablaban de que se animará a los estudiantes a denunciar a los profesores que los adoctrinaran. ¿Qué harán con los profesores de religión, muchos de ellos curas? Alarmante es poco. Espero, de veras, que no estemos en la antesala de la vuelta al nacional-catolicismo, al fascismo, porque ya sabemos lo que dio de sí. Pura intolerancia y fanatismo insufrible.

14.- ¿No cree que con asignaturas como educación para la ciudadanía se contribuiría a enriquecer la formación de las personas y en consecuencia evitar situaciones de agresividad, violencia y malos tratos?
Obvio. Por otra parte, el Gobierno del PP quiere también reducir al mínimo a la Ética y a la Filosofía. Se trata de cercenar el pensamiento crítico. Por eso la reforma que se avecina puede ser un golpe mortal a la democracia. Problematizar y reflexionar sobre la violencia es un imperativo pedagógico hoy, lo mismo que sobre la Igualdad. Por otra parte, el empeño del PP es dinamitar la Escuela Pública. Este es su objetivo neoliberal confeso.

15.- ¿Es imprescindible el lenguaje no sexista?
 Por supuesto. El visibilizar a las mujeres, el darle un lugar en el mundo significa darles un lugar en el lenguaje. Con el lenguaje expresamos y recreamos el mundo, si omitimos el femenino, enviamos el mensaje de que el mundo es por y para los hombres. Un mensaje ultrajante a estas alturas para las mujeres. Somos y estamos y por ello queremos ser nombradas.

16.- Nos conciencian sobre cómo prevenir y en último caso cómo actuar ante un incendio, un naufragio, un accidente… ¿ Por qué la prevención de la violencia de género debe tener un tratamiento tan riguroso?
Es un asunto clave. Prevenir es cambiar de actitudes, es cambiar valores y explicitar lo oculto. Para prevenir la violencia de género la educación en la igualdad es la primera garantía.

17.- ¿Cómo es la realidad actual de las mujeres investigadoras? ¿A qué barreras aparentemente invisibles se deben enfrentar y por qué en este campo y en otros ámbitos -universitarios, empresariales, políticos…- se piensa que no hay discriminación y que se llega  a determinados puestos por la valía y esfuerzo personal?. ¿Cree que se niega la evidencia?, y si es así, ¿Cuál cree que es el motivo?
Me tocas un tema en el que estoy muy implicada. Techos de cristal, esto es, están, pero no se ven, y suelos pegajosos que no dejan que las mujeres despeguen. Las instituciones supuestamente meritocráticas están ligadas a rutinas y prácticas que marginan al talento femenino. En los partidos políticos es más importante la lealtad al líder que la competencia personal para avanzar. En las universidades, las facciones y las luchas de poder generan efectos negativos para la promoción de las mujeres. Los datos están ahí y son ilustrativos. Se pierde mucho talento femenino por el camino. Pero al menos, ahora denunciamos y reaccionamos contra las discriminaciones. Queda el enorme problema de la Crisis de Cuidados. Las mujeres somos las cuidadoras sociales y la falta de corresponsabilidad y el que se hundan las políticas sociales nos hace no avanzar. Poner en la agenda política el tema del Cuidado es otro desafío presente y futuro.

19.- Desde su experiencia política y del movimiento asociativo. ¿Cuáles son los principales avances y cuáles los riesgos de retroceso en materia de igualdad?
Hoy casi todo está amenazado. El neoliberalismo imperante del PP abomina de las políticas de igualdad. En España los riesgos apuntan a que se disminuya la prevención y la protección frente a la violencia de género, a que se desactive la Ley de Igualdad, por ejemplo, dejándola de dotar y desarrollar, o en el retroceso inaudito en la legislación sobre el aborto.

20.-¿Cuáles son los retos para que la igualdad esté más presente en la agenda política? ¿en qué hemos avanzado y qué queda por conseguir?
Señalo a este respecto a las estructuras de los partidos políticos. Aún los de izquierda tienen graves problemas para asumir las agendas políticas del feminismo, o si lo hacen se les nota la superficialidad y la falta de compromiso. Falta formación política en género y en políticas de igualdad. Y falta más, mucha más, concienciación ciudadana, más beligerancia y el ser, como feministas, más efectivas en temas organizativos. Hemos avanzado, pero el camino que se abre ante un feminismo transnacional, a un feminismo que responde ante las injusticias estructurales,  es largo y difícil. No obstante, no cejaremos. Nos debemos a una genealogía de mujeres valientes y transgresoras que lucharon en tiempos aún más difíciles que los presentes.



Nota biográfica:
María José Guerra Palmero (1962) es Investigadora y Profesora Titular del área de Filosofía Moral de la Facultad de Filología de la Universidad de La Laguna. Ha dirigido las dos ediciones del Máster en Estudios Feministas, Políticas de Igualdad y Violencia de Género de la Universidad de La Laguna (2005-2007) y (2007-2009). Fue Directora del Instituto Universitario de Estudios de las Mujeres de la Universidad de La Laguna desde el 2010 al 2012. Actualmente es Investigadora Principal del Proyecto I+D FFI2011-24120, titulado “Justicia, Ciudadanía y Género. Feminización de las Migraciones y Derechos Humanos”. Ha publicado, entre otros, los siguientes libros: Mujer, identidad y reconocimiento. Habermas y la crítica feminista. (Sta. Cruz de Tenerife. Instituto Canario de la Mujer, 1998), Teoría feminista contemporánea. Una aproximación desde la ética (Madrid. Editorial Complutense, 2001), Breve introducción a la ética ecológica (Madrid. Antonio Machado Libros, 2001) e Intervenciones feministas. Derechos, mujeres y sociedad (Sta. Cruz de Tenerife. Idea Press, 2004). Junto a Mª Eugenia Monzón ha editado el volumen colectivo Mujeres, espacio y tiempo (Sta. Cruz de Tenerife, Instituto Canario de la Mujer, 1999), con Concepción Ortega ha coordinado Globalización y neoliberalismo: ¿un futuro inevitable? (Oviedo, Nobel, 2002), con Ana Hardisson 20 Pensadoras del siglo XX (Oviedo, Nobel, 2006) y con R. R. Aramayo, Los laberintos de la responsabilidad (Madrid, Plaza y Valdés, 2007). Ha realizado estancias de estudio en la New School of Social Research (New York University), en el Center for European Studies (Harvard University) y en el Institute for Environment, Philosophy and  Public Policy (Lancaster University).
Sus líneas de investigación incluyen la teoría ética y política contemporánea, la teoría feminista y la ética aplicada, especialmente, la bioética y la ética ecológica. En la actualidad trabaja sobre interseccionalidad de las opresiones, género y migraciones.

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